Por Osiris Israel Benítez Vasconcelos
El pasado miércoles 12 de junio, se dio a conocer que Ticketmaster agregó una leyenda con la cual buscaba deslindarse en caso de que algún artista cancelara su participación en un evento, y por ende, negarse a reembolsar a los consumidores. Sin embargo, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) emitió una advertencia en la que exige a la empresa que desista de esa medida. Al momento de escribir estas líneas, aún no se cumple el periodo dado por la autoridad. No obstante, ya sea que acate o no la medida, es preocupante que las empresas de entretenimiento sigan cargando al consumidor con todos los costos por sus errores y fallas.
No hay que olvidar que Ticketmaster ya ha estado en el ojo del huracán cuando se dio la situación de los boletos clonados, que impidió a miles de personas ingresar a conciertos. Ticketmaster buscó deslindarse de ello, acusando a los compradores de no cuidar debidamente sus boletos. Para la boletera, era más lógico pensar que las personas compartían sus boletos y por eso no podían acceder a los eventos, en lugar de admitir que hubo sobreventa.
Pero esto no solo se restringe a la venta de boletos. En su momento, con la venta de CD y películas en formato físico, las distribuidoras y los estudios buscaron culpar a los consumidores por la piratería. Hace años, se lanzó la campaña “Las películas pirata se ven mal, pero tú como papá te ves mucho peor” por parte de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica y del Videograma (Canacine). Esa campaña consistía en culpar a los consumidores por la compra de películas piratas, alegando falta de ética en su acción. Un ejemplo es un anuncio donde un padre le da a su hijo una película pirata y el hijo le dice que sacó un 10 pirata en un examen por copiarle a un amigo.
De la misma manera, en la industria musical, las discográficas buscaron culpar a los fans por la compra de discos pirata. En una entrevista para el canal de YouTube PILO, Ale Sergi, vocalista del grupo argentino Miranda!, contó que les pidieron hacer un video para que las personas compraran el material original. El cantante mencionó que eso le molestó porque no es posible enojarse con quien busca consumir su música a toda costa; lo que busca es escuchar a su artista favorito, no hacerle daño. Por lo mismo, quien debe asumir su responsabilidad y tomar acciones para solucionarlo es quien lo vende y no quien lo consume. Sergi es muy claro: la culpa no es del consumidor, sino de la industria.
La evidencia es contundente y muestra que la culpa no puede recaer en el consumidor. Es la industria la que debe asumir la responsabilidad por sus errores y prácticas abusivas. Es fundamental que este entendimiento se afiance, para que las empresas del entretenimiento adopten medidas justas y responsables, respetando los derechos y la integridad de los consumidores.
Referencia:
PILO. (2022, 27 septiembre). ALE SERGI DE MIRANDA! VENCE AL PICANTE MÁS FUERTE DEL MUNDO | TERAPIA PICANTE [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=9A3CCSfwTBU
Comments