Por Kristhxl Palomec
Quiero saber quién está en tu sala, quién se sienta en tu sofá, quién pasa por el
corredor.
Quiero saber quién es esa que habita en tu casa.
Cada mañana carcome mi piel; quiero saber quién es. Mi mente divaga creando
historias de aquella que se encuentra ahí.
Todo está oscuro. Sigo sin poder verle la cara.
Siento enojo al no poder saber quién es ella. Con qué derecho se pasea por mi casa.
Ese era mi hogar, ahora no estoy ahí.
Tengo que entrar. Debo entrar.
Con paso firme camino hacia la habitación.
Ahí está, en la cama.
Los rayos de la luna ayudan a ver. Miro su cuerpo tapado con sábanas.
Es el momento, puedo saber quién es.
Mientras más me acerco, más familiar parece. Ese color de piel, ese tipo de cabello.
Miro más de cerca y mi corazón se acelera.
Soy yo.
Cierro los ojos y no lo puedo entender.
Soy yo quien está en la sala, quien está en el sofá, quien se pasea por el corredor.
Soy yo durmiendo en esa cama.
Corro y sigo corriendo.
Soy y no soy en aquella oscuridad. Me he perdido a través de los años.
Ahora ya no reconozco la piel que habito. El cuerpo que yace en mi cama, solo es lo
que queda de mí.
Sin sueños ni esperanzas, solo queda una cascara de lo que fui.
El espejo colgando en la pared, es un testigo que rompe mi corazón.
Ya no me pertenezco.
Soy un recuerdo.
Me perdí entre esta casa y en la pared solo se escucha mis lamentos. Me convertí en
una masa que camina entre la oscuridad.
Comments