...Y bueno, también ésta extraña sensación de que,
efectivamente, estamos solos.
Que Dios está muerto y nadie fue
Todos en general, pero nadie en particular
Que hubo una revuelta, dice el parte judicial
Muriendo dos ladrones y un fulano de tal
Afortunadamente escondí la mano a tiempo
Nadie me vio pero todos los saben
Nadie puede probarme nada
Solo pueden atestiguar contra sí mismos
So entonces, nadie hablará
Actué con una astucia que me deja frío
Limpio de toda culpa, salí absuelto
¿Por qué entonces ésta ominosa sensación?
Éste afán de atormentarme, ¿si la vida me sonríe?
... ¿O sólo me muestra sus colmillos?
Pudo dormir Caifás, ¿o amaneció despierto?
Porque, que yo sepa, nadie es 100% malo
Y tú, Pedro, ¿cómo pasaste la noche?
Aparte de un camastro, ¿a salvo de la turba?
Porque yo dormí a ratos, y a ratos despertaba.
Pues yo también salgo en el libro
Con el cómodo seudónimo de "La multitud".
Por Julián García.
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