Primero fue el silencio
-ya no te quiero- dijo
Y así prefiero recordarlo
Con la rabia en sus entrañas
Las manos tensas y esa boca torcida en la más extraña mueca que yo le hubiera conocido.
Esa, que me hace querer ser devorada por los trenes
Borrada de nuestra historia mal escrita
Pero pensé que la vida era algo más
Que este maldito infortunio
Y su continuo desencanto
Verbalicé mi tristeza, la retorcí, la analicé,
Escarbé en mi ego, en mi espejo,
En todo lo que (supuestamente) soy
Y lo que en verdad necesito.
Me siento dolorosamente sola
Como hilo de sangre entre los labios,
O un recuerdo desplazado
Por un recuerdo reciente de una mujer extraña
Accidente desafortunado
Ataque epiléptico
Polvo que flota. Vació.
Olvido.
Angustia.
Soy duda, incertidumbre
Hija bastarda.
Vela consumida
Extra de cortometraje
Luz sobre pavimento
Un domingo sin ti
Comida fría. Adiós.
Por Mónica Mondragón.
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