Por Ivanna Torres
El día tiene 24 horas, suficientes para satisfacer las necesidades que Maslow jerarquizó en ‘’La Teoría de la Motivación Humana’’ de 1943.
La Ciudad de México nunca se detiene. Entre los rascacielos, universidades y espacios recreativos que la distinguen, los trabajadores y estudiantes que vienen de otros estados buscando mayores oportunidades de crecimiento a nivel laboral y educativo, se suman a los 9,209,944 habitantes capitalinos que el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) registró en el censo del 2020.
De la zona colindante del Estado de México con la CDMX es de donde provienen principalmente estos visitantes que a diario realizan viajes redondos de más de dos horas para llegar a su destino. Municipios como Chimalhuacán, Chalco, Ecatepec, Ixtapaluca, Nezahualcóyotl y Tecámac son los principales involucrados.
El sueño de los suburbios
En la década de 1950 la población de la Ciudad de México iba en aumento, el INEGI registró un total de 3.1 millones de habitantes, un crecimiento exponencial si tomamos en cuenta que la década anterior registró 1.8 millones.
Entre los intereses por satisfacer necesidades y crear negocios aparecieron dos arquitectos que tomarían un lugar importante en el surgimiento de la extensión de la capital: José Luis Cuevas y Mario Pani.
Era el siglo XX y las series norteamericanas comenzaban a llegar a México y con ello a popularizarse. La idea de vida de ensueño estaba implantándose en nuestra sociedad, específicamente en la Capital.
Eran casas bonitas con espacios amenos y zonas de juegos para los niños; estacionamiento para un auto o quizás dos, personas haciendo las compras trasladándose a pocos kilómetros de su hogar, conviviendo con vecinos con los cuales formaban lazos estrechos de amistad. Estados Unidos popularizó ese estilo de vida a mediados del siglo XX gracias series de televisión donde se retrata la vida en los suburbios como un estilo clasemediero que atrae la tranquilidad a la que la mayoría de los seres humanos aspiran.
Mario Pani nació en 1911 en la Ciudad de México y es uno de los arquitectos más representativos de las construcciones que simbolizan a la capital.
Luego de haberse formado académicamente en Italia y Francia, regreso a su país natal para ingresar a la Universidad Nacional Autónoma de México. Basado en el funcionalismo, introdujo esta arquitectura en sus obras, así, dada su preocupación por la creciente población, la falta de vialidades eficientes, acelerar la modernidad y que esta se pudiera extender más allá del entonces Distrito Federal, materializó uno de los proyectos que causarían mayor impacto en la movilidad hasta nuestros días.
Creó Ciudad Satélite en 1957 con la intención de hacer una pequeña ciudad fuera de la capital, aunque cerca y que contara con un fácil acceso en automóvil, que sus habitantes no tuvieran que salir de su fraccionamiento para realizar labores básicas como acudir al supermercado, ir por los niños al colegio, al odontólogo, es decir, actividades cotidianas.
El proyecto originalmente iba dirigido hacia la clase alta, este es el porqué de tantas comodidades prometidas. Contrario a lo que Mario Pani y colegas auguraban, el fraccionamiento resultó ser un fracaso debido a que el sector de la población que tenía oportunidades de adquirir una propiedad en este lugar no quiso cambiar su residencia a un lugar fuera de la ciudad y perder las comodidades con las que ya contaba.
El costo de enganche de estas viviendas era de $1250 y desde $750 mensuales, tal como se puede observar en un spot de televisión de 1957 donde se publicitaban con la garantía de brindar toda comodidad como drenaje, luz, agua, pavimentos, banquetas y más recursos y servicios que no deberían ser un lujo y que hoy en día, irónicamente escasean en las orillas de la ciudad.
Esta fue una de las derrotas de Pani, pues estos intentos de suburbios estadounidenses finalmente fueron rematados y con ello llegaron a habitarlos personas de clase media y media baja de diversas partes del país con la esperanza de vivir en un espacio moderno que les brindara las carencias que tenían es sus lugares de origen.
Así comenzó la periferia, con personas de aquí y de allá, desconocidos obligados a convivir en un lugar que cada década duplicaba su población.
Aproximadamente 1 millón de personas se trasladan diariamente a la Ciudad de México debido a que en las zonas que habitan no existen suficientes oportunidades de crecimiento, lo que afecta tanto a capitalinos como a foráneos ya que las oportunidades en la ciudad cada vez demandan más espacios.
La arquitectura social tiene como definición aquella en la que la sociedad puede coexistir con la finalidad de mejorar su calidad de vida y preocupándose por la recreación y las actividades sociales.
El 21 de abril de 1972 se promulgó la ley del INFONAVIT con la finalidad de cumplir con el derecho a la vivienda establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917. Contrario a lo que en ella se promulgaba, en la actualidad no se cumple con los derechos básicos de los mexicanos, como el acceso al agua potable, alumbrado, seguridad y transporte.
En los Héroes Tecámac, un fraccionamiento construido en la primera década de los años 2000 se construyó sobre un terreno de 2 millones 880 mil metros cuadrados 18 mil viviendas de interés social construidas con casetón de poliestireno que no es más que unicel. Un problema, además de la mala calidad de los materiales de construcción, es que, aunque adquirir una de estas viviendas parece accesible, con el paso de los años y las mensualidades eternas el costo final llega a cuadruplicarse.
En 2012, en el Municipio de Tecámac, cientos de familias fueron defraudadas por la inmobiliaria Urbi Desarrollos Urbanos, SA de CV. Luego de que los materiales que se usaron para la construcción de las viviendas causaran desastres luego de una fuga de gas, terminando en una explosión. Derivado de esto, los gastos generados por los daños corrieron por cuenta de los vecinos.
El costo de tener algo propio
La vida en el centro de la Ciudad de México es completamente distinta, por las noches en las avenidas principales como Insurgentes, Reforma o Juárez la gente que camina sobre ellas lo hace para ir a divertirse. En las avenidas del Estado de México generalmente transitan tráileres, autobuses de pasajeros y los transeúntes se dirigen a sus hogares para resguardarse y al siguiente día comenzar con las mismas tareas a primeras horas del día.
Se debe trabajar en políticas públicas que garanticen el acceso a oportunidades dignas sin la necesidad de cruzar estados y dejar la salud física en cada traslado. Que el lugar de residencia no deje de lado las oportunidades de progreso económico, educativo y cultural.
https://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/mex/territorio/div_municipal.aspx? tema=me&e=15
https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2021/EstSociodemo/ResultCe nso2020_CdMx.pdf
https://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/colaboracion/mochilazo-en-el tiempo/nacion/sociedad/2017/06/3/60-anos-de-satelite
COMERCIAL CD SATELITE TV MEXICANA, publicado por el canal ‘camotines’ https://www.youtube.com/watch?v=Wdyv3tMW4UY
No es normal: el juego oculto que alimenta la desigualdad mexicana y cómo cambiarlo, 2022, Grijalbo, Viridiana Ríos
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