Por Nicolás Jaula
Dos chicas (una joven administradora de un gimnasio y una fisicoculturista emergente) inician un pasional romance en el sur de los Estados Unidos de finales de los ochentas, hasta que la violencia que las atraviesa en todo instante las involucra en un crimen familiar.
Así podríamos resumir el argumento de la segunda película de Rose Glass (Saint Maud, 2019), protagonizada por Kirsten Stewart, Katy O'Brian, Jena Malone, Dave Franco y Ed Harris.
Love Lies Bleeding (2024) nos hace preguntarnos: ¿Cómo es el amor romántico en un contexto lleno de violencias?
Y es que este elemento se encuentra latente durante toda la historia de estas dos mujeres: Jackie (la fisicoculturista) fue violentada por su cuerpo desde niña, y su familia y comunidad la rechazan por su afición y sexualidad. Mientras que Lou (la administradora del gimnasio) observa constantemente las agresiones que padece su hermana por parte de su esposo, así como el fantasma violento de su padre que la impide huir a un mejor lugar.
Glass ejemplifica esto haciéndo énfasis en los cuerpos musculosos, la testosterona, los anabólicos, el machismo, la lesbofobia y la afición a las armas de la población conservadora de Nuevo México.
Tratando de darle una respuesta a la pregunta: ¿Cómo es el amor romántico en un contexto lleno de violencias? Según Love Lies Bleeding, podríamos decir que es uno que lastima, que agrede, que miente, que traiciona, que es cómplice de otras violencias, que las reproduce, que mata.
PD. Hace tiempo escribí sobre cómo es el despertar de la adolescencia en entornos marginados y racializados, todo a partir de la película Kids (Larry Clark, 1995). Si quieren, pueden leerlo aquí.
Comments